27 de diciembre de 2013

Cuento de Navidad






 Era la tarde del día de Nochebuena. 
 Eso que acabo de escribir suena raro y además es una contradicción...

Era la tarde del 24 de diciembre y esa noche se celebraba la Nochebuena.
 Pero la tarde era mala malísima, ¡Horrorosa! Llovía a lo bruto, hacia muchísimo viento y frío.
Tan exagerado era el mal tiempo que los meteorólogos dijeron que aquello era una
 ¡Ciclogénesis explosiva! 

 Pero nosotros estábamos en casa, calentitos, viendo el temporal a través de la ventana.


 Cuando oscureció y mi madre fue a bajar las persianas, notó que algo se movía al otro lado del cristal. 


 Y vio una gatita minúscula y empapada que asustada, corrió a esconderse  bajo su coche que estaba aparcado justo enfrente de la ventana.
Salieron a buscarla y al agacharse e intentar cogerla se metió por la rueda, al motor del coche.

Pero abrieron el capó y la atraparon sin problemas, no dijo ni hizo nada, y al llegar a casa tampoco.
Debía de estar helada y desconcertada, sin darse cuenta de qué estaba pasando. 
   La secaron, la envolvieron en una manta, la metieron en una caja al lado de radiador y le dejaron comida, agua y el wc.
 Cuando entraron de nuevo a verla, no había rastro de la comida, había hecho pis y corrió a esconderse.

Esa noche se fueron a cenar con la familia, cuando volvieron nos dieron los regalitos de Navidad y mi madre se fue a estar con la gatita un buen rato.
Se acostó muy tarde y contenta porque dijo que ya ronroneaba.
 A lo largo del día siguiente dejó de esconderse cuando entraban en la habitación. Ha ido cogiendo confianza y ya contesta cuando la llaman.



Es Natividad, Nati.
Y vive en la habitación de los mocos, donde no nos dejan entrar.


Ayer por la mañana la llevó al vet porque tiene muchísimo catarro, estornuda y suelta mocos por todas partes y tiene un ojito muy mal. Tan mal que tiene que volver el sábado porque la vet ha dicho que sí había ojo, pero no podía vérserlo por tantas secreciones y porquería que tenia encima.
 En los test de FIV y Leucemia, sale negativo. Las pulgas ya se le están muriendo y supongo que también todos los parásitos que tiene dentro, que me da la impresión de que son muchos porque tiene una buena barrigota.... claro que, también tiene muy buen apetito.


Nati mejora por momentos y eso que aún le quedan varias dosis de medicinas. Esta mañana ya ha estornudado menos y se ve algo de ojo, aunque muy opaco. Y además...

  ¡Ya tiene casa! Se va a ir a vivir a Madrid, a casa de un sobrino del bene.

¿A que parece un cuento de Navidad con final feliz?

 Gracias a Juan, Rocío y Manuel que la van a adoptar y han solucionado tan rápido este nuevo problema. Y no les importa si al final sólo ve con un ojo.
 ¡Qué feliz estoy, ya era hora de que las cosas salieran bien!


Y también quiero agradeceros muchísimo vuestra preocupación por Pulguerín y vuestra ayuda para difundirla. Voy a contaros cómo está la situación.
 Un vecino le ha hecho una gatera en la puerta, otra vecina le pone la comida y agua e informa a mi madre casi a diario de cómo está. Mi familia fue a verla el día de Navidad y se la encontraron dentro del invernadero, como saben que nos encanta meternos allí, la vez anterior le habían dejado la puerta abierta. Aunque le maullaba mucho a mi madre, no la dejó tocarla.

¿Y sobre su futuro? . 
 Hubo una persona a la que conmovió la historia de Carmen y Pulgui y  se puso en contacto para preguntar por ella, saber cómo era, si estaba sana porque ya tenia una gata de ocho años, y dependiendo de todo, adoptarla...pero en Guadalajara. Se lo agradecemos MUCHÍSIMO.

 Pulguerín es muy desconfiada y no se deja tocar. Y cogerla, llevarla al vet a hacerle pruebas, luego a casa a  intentar socializarla, a continuación el viaje...    pues después de pensar y pensar y pedir opinión a muchas personas expertas en gatos, han decidido que al menos de momento, Pulguerín va a quedarse en su casa de siempre, sola sí, pero atendida.
 Es posible que mi familia se equivoque, pero creen que lo mejor para ella es  que siga en su casa. 

Esta persona que se interesó, después de saber como era Pulgui y su carácter huidizo, le dijo una cosa a mi madre que la termino de decidir.
 "Hay muchos gatos que viven en libertad y son felices".

 Yo creo que Pulgui es de ese tipo de gatos, que prefiere corretear a su aire. 
 De momento, vamos a intentar que siga en su territorio, si no va bien, ya veremos...

Con tantos acontecimientos, mi familia anda algo desbordada y nosotros un poquitín abandonados, así que cuando estamos juntos aprovechamos para darnos mimos y jugar, por eso ni enciendo el ordenador.
 Espero que en cuanto se vaya la pequeña Nati, (y eso significa que o bien vamos a tener visita de los primos que vengan a buscarla ¡Horror visita!, o bien que mi familia se vaya a llevarla a Madrid ¡Horror, nos quedamos solos!) 
vuelva a tener tiempo para disfrutar con mi familia, para disfrutar visitando vuestros blogs y saber qué es de vuestra vida.
  Hasta ese momento amigos, lectores;
 quiero desearos felicidad y mucha, muchísima salud.

 Y me he quedado meditando sobre la habitación de los mocos y Nati.
Porque me han enseñado fotos y la oigo maullar y ronronear, si no, pensaría que hay un extraterrestre en casa, porque mi madre, para estar en esa habitación se pone ropa y calzado especial, dice que para evitar que podamos contagiarnos ya que somos inmunitos.
Pero tengo, o tenemos Renato y yo, bastante intriga con lo que haya dentro.
¿Qué clase de mocos tendrá? ¿Estarán pegados por las paredes?






20 de diciembre de 2013

Momentos difíciles



Amigos, hoy aun estoy más triste.
 La noticia me la han dado a media tarde y me ha afectado más de lo que esperaba.

Momentos difíciles para Pulguerín.
 Carmen ya no volverá a casa, ya no irá a la residencia.

Esta mañana (ayer, porque han dado las 00:00 mientras escribía la entrada) se sintió mal, la llevaron al hospital y por la tarde Carmen
 "se fue para Puerto Rico", como ella decía.


Debería alegrarme porque es lo que deseaba, acabar cuanto antes.
 Y en el fondo sí me alegro por ella, porque conociéndola, le hubiera sido muy duro vivir en una residencia de ancianos. Pero también me da penita... 


Mañana mi familia irá al tanatorio y luego a ver a Pulguerín, a dejarle comida y agua, a prepararle aquello. 
A ver y pensar qué es lo qué hacen...

Estoy muy apenado por Pulguerín, que estará esperando que vuelva su mamá  

y no sabe que se ha quedado sola.




12 de diciembre de 2013

Preocupación


  ¡Hola amigos!
 Nunca había estado tanto tiempo sin escribir, pero es que en casa ha habido algún pequeño problemilla, (como que se ha llenado o estropeado el pozo negro y eso ha acelerado que nos viniéramos "a la casa de la civilización").
 Pero ahora hay problemas grandes y muchas preocupaciones.

Y uno de esos problemas me tiene bastante angustiado y muy triste.


  Nuestra vecina Carmen...  


y Pulguerín
Estas fotos son del 14 de octubre de 2007,
 en ellas Carmen tenía 80 años y acababa de adoptar a Pulguerín, que tendría mes y poco.
 Se la trajo otra vecina que oyó cómo la gatita, escondida en un agujero de un muro, llamaba a su madre. Después de un tiempo consiguieron sacarla y se la llevaron a Carmen, pues sabían que hacía poco tiempo que su "Culinos" había muerto.

Para Carmen Pulguerín ha sido distinta porque, aunque siempre ha tenido gatos, a ninguno le ha hecho tanto caso como a ella. 
 Pulgui siempre ha comido pienso y dormido, no en la cuadra a oscuras como los otros, sino en una silla dentro de casa 
 Carmen la ha cuidado todo lo que ha sabido. Dice que; "parece mentira lo que sabe" y que "está muy mimada"
 Cuando ha estado enferma mi familia la ha llevado al vet, durante un tiempo también le ponían inyecciones para que no se quedara preñada y el año pasado ¡por fin! consiguieron convencer a Carmen y esterilizarla. 

  Pero el tiempo va pasando, Pulguerín ya tiene 6 añitos y Carmen 86. 
 Varios de los que habéis venido a casa la habéis conocido en persona, y sabéis un poco las condiciones, las pésimas condiciones en las que vive.

Está mayor, enferma y sola. Se ha dado cuenta de que ya no puede seguir más tiempo aquí y muy a su pesar, va a irse a una residencia.
 A la pena de dejar su aldea, de la que sólo ha salido para ir al médico y al hospital, su casa y su vida atrás, se suma el pensar en su gatita.
Muchas veces ha hablado con mi familia sobre su Pulguerín cuando ella muera, y siempre la tranquilizaban diciendo que si llegara ese momento ya se vería, pero que Pulgui no iba a quedar abandonada.

El mes pasado nos vinimos para "la casa de la civilización", al día siguiente de venirnos, Carmen llamaba diciendo (los únicos aparatos que tiene son teléfono, frigorífico y televisión) que estaba muy mal y que fuéramos a buscar a Pulguerín. 

 Pero Renato y ella no se llevan bien y estar en un piso los tres no lo ven viable, además yo también tengo algún problema de inseguridad y dicen que sería demasiada presión para mi.

 Le han propuesto a Carmen hacer una gatera en la puerta, dejarle una tolva llena de comida y agua, e ir una vez por semana estos meses en que no estemos allí. Y seguir intentando encontrarle una familia.
Pero ella dice que no, que "el gato macarra" la pegará y prefiere, aunque le da pena, que la llevemos a poner una inyección, que así no sufrirá.


¡Me niego, nos negamos!  
Pero es un problema y no encontramos a nadie que quiera quedarse con Pulguerín.